miércoles, 10 de septiembre de 2008

PROTESTARÁ ¡Todo fue cabildeo y robo!

El dominicano Gabriel Mercedes llevó siempre la ofensiva del combate y dominó mejor las técnicas, según entendidos del taekwondo. Además había eliminado al
campeón olímpico de Atenas 2004 y a un doble campeón mundial, previamente.
SANTO DOMINGO.- Todo fue un engaño, el oro nunca fue opción para el dominicano Gabriel Mercedes. Más de un millón de pesos mexicanos, regalos, cenas multitudinarias para dirigentes y árbitros internacionales fueron sólo parte de las ataduras que tenía la federación mexicana de taekwondo para asegurarle a su atleta Guillermo Pérez una medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Beijing, China.

Como un volcán inesperado, la verdad ha brotado desde los propios infractores que hoy se disputan individualmente el “éxito” de la medalla azteca y que por “falta de reconocimiento” el Presidente de la Federación Mexicana de Taekwondo reveló las peripecias que tuvo que hacer para concretizar la conquista.

La mayoría de los diarios mexicanos exponen con estupor las discusiones públicas entre Roberto Beltrán, presidente de la federación, y el entrenador José Luis Onofre, quienes no coinciden en los gastos ni el cabildeo que costó el oro del atleta michoacano Guillermo Pérez, quien terminó empatado con el dominicano Gabriel Mercedes en la final de los 58 kilogramos, pero los árbitros le otorgaron la victoria.

La agencia Notimex recogió ayer una revelación de Beltrán que da cuenta de que su federación invirtió un millón de pesos mexicanos para buscar que los jueces favorecieran a su atleta en Beijing 2008; mientras que el diario “La Afición” da cuenta de una serie de actividades “sociales” con jueces y federados internacionales que hizo el organismo mexicano para “allanar el terreno” rumbo a Beijing.

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